Asomando a la noche
en la terraza
de un rascacielos altísimo y amargo
pude tocar la bóveda nocturna
y en un acto de amor extraordinario
me apoderé de una celeste estrella.
Negra estaba la noche
y yo me deslizaba
por la calle
con la estrella robada en el bolsillo.
De cristal tembloroso
parecía
y era
de pronto
como si Ilevara
un paquete de hielo
o una espada de arcángel en el cinto.
Pablo Neruda: Oda a una estrella (extracto).
Os dejo esta nocturna de la semana pasada, con luna casi llena, con lo que era muy difícil sacar estrellas... busqué este encuadre donde la luna quiere asomarse a vernos pero no la dejo...
¡¡Con Javier Salazar página 100% recomendable de fotografía!!
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